
Historia
El primer uso registrado de carbones como medio artístico fue en pinturas rupestres. Aquí, puedes ver un Ibex muy detallado, de la cueva de Niaux en Francia. Algunas de las pinturas y dibujos que se muestran en el sitio web de la Fundación Bradshaw pueden datarse de 1602.
La mayoría de los historiadores están de acuerdo en que estos fueron creados usando palos carbonizados del fuego, no carbón hecho intencionalmente.
Ampliamente utilizado en el Renacimiento, se utilizó principalmente para la creación de dibujos preparatorios.
No fue hasta finales del siglo XV cuando se empezaron a utilizar métodos de fijación de dibujos al carboncillo.
El fijador original era un poco menos conveniente que los aerosoles que usamos hoy: los dibujos se sumergieron en baños de goma de mascar.
No fue realmente hasta el siglo XX que se convirtió en un medio por derecho propio con cierta regularidad; la mayoría de los artistas consideraban el carbón vegetal como algo que se usaba para delinear los bocetos iniciales.
Uno de los primeros artistas conocidos en utilizar carbón como medio principal fue Albrecht Durer. Aunque es más conocido por la tinta y los cortes de madera, sus retratos al carboncillo son algunos de los primeros y mejores. Esta pieza, Knight, Death, And The Devil (hecha con tinta) ganó notoriedad particular en la Segunda Guerra Mundial, cuando en el Rally Nazi en Nuremberg, cuando se le presentó una impresión a Adolf Hitler.
A medida que amanecía el siglo XX, el hombre vería a Matisse y Picasso traer más carbón al centro de atención, seguidos por una gran cantidad de otros artistas talentosos que usaban el medio.
Te dejo algunos ejemplos de carboncillo en este enlace.
Aprende
Para aprender a usar el carboncillo, debemos considerar que al igual que cualquier otra técnica, necesita un soporte de papel determinado, unos materiales adicionales para difuminar y para borrar y un fijador. Aquí lo explico con más calma:
Carboncillo:
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El carboncillo es una rama fina carbonizada.
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Sus características principales son su fragilidad, la facilidad de su borrado lo que lo convierten en un medio ideal para el apunte rápido, el estudio, y la preparación de obras de arte.
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El carboncillo se vende en distintos números que hacen referencia a su grosor, no a su dureza o blandura como en los lápices de grafito. Un carboncillo del 6 mide 10mm y proporcionará un trazo más grueso, aunque no más intenso que uno del 2 que mide 3 mm de diámetro.
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Un carboncillo de calidad no debe tener nudos ni durezas que rayen el papel.
Difuminos:
Son cilindros de papel poroso, compactos, con forma cónica en la punta que sirven para extender, fundir y degradar los trazados y grisallas.
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Conviene prepararlos antes de usarlos por 1ª vez. Machacándolos con un martillo y lijándolos.
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Se debe reservar una punta para los oscuros y otra para los claros.
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Se limpia con lija fina.
Otras formas de difuminar serian:
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Los trapos, las esponjas y los dedos.
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Estos elementos son muy útiles para lograr otros efectos, especialmente los dedos, que fijan un poco el carboncillo al papel ya que le aportan cantidades mínimas de grasa, esto hace que las partes elaboradas con los dedos borren de forma diferente al resto.
Gomas y trapos:
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Las gomas no se utilizan tanto para rectificar como para construir, esto es para iluminar y recortar formas. Como si se “pintara” con blanco.
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Necesitaremos una goma blanda que saca luces, y una dura que nos permite perfilar
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Borrar del todo es prácticamente imposible
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Los trapos limpian muy bien en las fases iniciales del encaje. Deben ser de algodón.
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Gamuza. Saca luces de forma muy efectiva.
El papel:
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Se puede dibujar casi con cualquier papel excepto los papeles muy lisos, aunque el papel ideal creado para este material es el papel Verjurado que se comercializa con el nombre de Ingres.
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Existe además del blanco en otros tonos.
Fijador:
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El carboncillo debe fijarse al acabar el trabajo, se puede utilizar espráis fijadores específicos, o laca del pelo aunque conviene saber que esta última amarillea el papel con el tiempo.
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También es muy apropiado, sobre todo en la iniciación el papel continuo Kraft.
La técnica
En la técnica del carboncillo las luces y claros nos los aporta el papel y los tonos oscuros se consiguen acumulando polvo de carbón sobre este.
El carboncillo es, cuando entra en contacto con un papel, un polvo y es por lo tanto muy delicado. Si pasamos la mano o los dedos por la superficie del papel, arrastraremos este polvo y estropearemos nuestro trabajo.
Para poder comprender como debemos operar con el carbón también debemos conocer el papel.
Se puede trabajar al carbón con cualquier papel a excepción de los que sean demasiado satinados (como los papeles de fotografía, por ejemplo). Necesitamos papeles porosos para que el polvo de carbón se introduzca en las fibras del papel y se quede impregnado en ellas, la suma de este polvo acumulado creará diferentes tonos sobre el papel que serán los que nos permitan estudiar las diferentes luces de nuestro modelo.
Para comenzar el aprendizaje de la técnica se recomiendan dos tipos, el papel continuo especialmente para el encaje y el papel Ingres, adecuado para el encaje y para el claroscuro.
El carboncillo se deposita sobre el papel con la punta o con el costado de la varilla de carbón, manteniendo la varilla dentro de la palma, para luego frotarlo y extenderlo sobre el papel por medio de difuminos, que son rollitos de papel de algodón de diferentes grosores, o con los dedos. Ambas técnicas no son incompatibles.
Además para conseguir los tonos más oscuros se puede dejar el carbón sin frotar. También se pueden utilizar los grafismos que seamos capaces de conseguir, así como tramas y líneas sensibles necesarias para dar expresión a nuestro dibujo.
El carboncillo no es solo una técnica acumulativa, aparte de añadir carbón, también debemos saber eliminar el exceso para ajustar el estudio de las luces. Es importante sabes que cuando usamos carboncillo, no debemos usar la goma. Lo ideal es limpiar con un trapo de algodón (que no es lo mismo), y las gomas son otra herramienta para ajustar los valores, como los difuminos que deberíamos dejar para el final, para dar algunos brillos.
Como es un polvo, al terminar hay que fijarlo.
Algunos consejos:
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El carboncillo es inestable, no es fijo como los lápices de grafito que llevas aceites que lo fijan al papel.
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El carboncillo es solo Polvo que queda introducido en la fibra del papel flotando libre, listo a desaparecer con el primer contacto. Todo en la técnica está supeditado a este factor.
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El carboncillo no se coge como un lápiz, así restregaríamos el polvo y perderíamos el trabajo.
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Se trabaja con el carbón dentro de la mano sin apoyar los dedos.
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Se puede trabajar con la punta o con todo el canto para rellenar.
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Se suele utilizar un carboncillo de unos 5 cm.
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No se debe castigar el papel.
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Se borra a trapo.
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Las gomas se usan para iluminar y perfilar.
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Se debe fijar al acabar.
El carboncillo es un material ágil, fresco, versátil y expresivo, y que podemos explotar esas posibilidades no solo en la etapa formativa y en el estudio previo a la realización de otras obras, sino como una forma de expresión autónoma bellísima.
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