
En hartes.art encontrarás todos las herramientas necesarias para sobresalir en bachillerato de Artes. La palabra HARTES es un acrónimo que responde a las siglas del sistema aplicado en estas clases, y consta de estas fases:
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H de Historia
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A de Aprendizaje
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R de Resuelve
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T de Trasciende
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E de Evalúa
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S de Sintetiza
El método se me ocurrió tras darme cuenta de que los alumnos a los que daba clase entraban en la universidad sin haber aprendido lo esencial. Y antes de explicar lo que es para mí "lo esencial", quiero contaros de dónde surgió esta idea.
Está claro que algo falla en el sistema educativo. Algunos adolescentes no saben señalar su país en el mapa, el abandono escolar temprano ronda el 20%, y hacer más laxo el sistema educativo, reducirá el porcentaje de abandono, pero no hará que el sistema educativo mejore.
¿Cómo mejorarlo entonces? Como en la mayoría de las reflexiones, definiendo previamente el asunto al que nos estamos refiriendo. ¿En qué consiste aprender? ¿Qué significa adquirir conocimiento? ¿Para qué sirve hoy el conocimiento? ¿De qué les va a servir a mis alumnos ser más cultos en una sociedad que premia la ignorancia?
Las respuestas que fui dando a estas cuestiones fueron las que impulsaron la creación de este modelo educativo, y tras tener una perspectiva para valorar los resultados, puedo decir que funciona, y que desde que lo apliqué por primera vez, no he dejado de usarlo.
¿A qué me refiero entonces cuando hablo de "lo esencial"? Etimológicamente, la palabra "aprender" proviene del latín apprehendere, compuesto por el prefijo ad- (hacia), el prefijo prae- (antes) y el verbo hendere (atrapar, agarrar). Así que aprender viene a ser algo así como ir hacia atrás para atrapar algo.
Por eso aprender algo, entre otras muchas cosas, consiste en conocer su historia. En su libro "El orador", Cicerón preguntaba a Marco Bruto: "¿Qué es la edad humana si por memoria de las cosas antiguas no se enlaza con las edades anteriores?" (1).
Para conocer esa memoria de las cosas, lo que debemos hacer es acudir a los soportes que nos han permitido representarla (jeroglíficos, papiros, piedras talladas, vitelas, libros...). Y a partir de ahí podemos identificar los diferentes episodios más relevantes de la humanidad.
Cuando accedemos a las fuentes históricas escritas, podemos identificar lo que funcionó en otros contextos, y ver qué sucedería si lo aplicáramos a nuestro tiempo. Por tanto, es indudable que la Historia juega un rol determinante en la adquisición de conocimientos, pero el problema es que memorizar las historias, sin más, es un ejercicio que solo sirve para estimular la memoria.
A veces se nos olvida que lo que da sentido a esta disciplina histórica es aplicar lo aprendido a los nuevos contextos para comprender su efecto. De hecho, en la introducción de la esta asignatura de bachillerato, nos dicen que estudiarla nos sirve para no repetir los errores del pasado. Pero algo falla cuando los errores se repiten una y otra vez.
Por tanto, aunque la memoria histórica es un pilar básico del aprendizaje, no es en absoluto suficiente para entender en profundidad una materia. ¿Entonces qué más necesitamos para que se dé un verdadero aprendizaje?
Aprender, por tanto, aquí yo no lo entiendo como "fijar algo en la memoria" tal y como propone una de las acepciones del diccionario de la RAE. Para que el aprendizaje sea completo, sea realmente útil y beneficioso, debemos crear nuevas teorías, nuevos formatos literarios, nuevos materiales, nuevas clasificaciones, nuevas visiones del pasado, nuevos sistemas de enseñanza y metodologías adaptadas... Y todo, insisto, a partir de los conocimientos que hemos adquirido observando los eventos del pasado.
Digamos que cuando alguien ha conseguido crear algo a partir de lo que sabe, entonces es capaz de generar algo de valor. Y esta es, de manera muy resumida, mi idea particular sobre lo que significa el aprendizaje. En otras palabras: El aprendizaje consiste en aplicar lo que conocemos a los nuevos contextos para resolver así problemas que permitan trascender la realidad que ya conocemos.
Ya he hablado de la Historia, y de lo que entiendo por Aprendizaje (HA-). Ahora me queda RTES.
La creatividad es difícil de medir, pero podríamos entenderla como la capacidad de identificar problemas y de elaborar soluciones con fluidez, originalidad y flexibilidad (2). La creatividad, por tanto, nos permite encontrar formas innovadoras de resolver conflictos.
Cuando los alumnos de bachillerato de artes crean un dibujo, por ejemplo, una pintura, un cortometraje, un vestido, una revista, un videojuego, un dilema filosófico, una aplicación informática... Están creando a partir de los datos que tienen a su disposición. Están haciendo algo más de lo que se les exige.
Esta dinámica de identificar problemas a partir de nuestro criterio y de proponer soluciones originales, es para mí la función principal de la educación. Y no tiene que ver tanto si eres de artes, o de ciencias, tiene que ver con permitir una mejora de nuestras condiciones de vida.
Puede parecer una idea muy básica, pero precisamente porque no pretendo complicarme más con las ideas, la asumo como tal.
Estas tres fases (HAR-) son, de entrada, las que asientas las bases de mi posicionamiento como guía y como educador. Las tres fases siguientes tienen que ver más con la trascendencia, la evaluación y la síntesis.
Ir más allá de los límites impuestos por un ministerio es lo que nos hará vivir en una sociedad donde la ciudadanía valorará a los maestros. En eso consiste trascender. Trasciendes cuando vas más allá de los límites. Y la trascendencia es también una parte esencial de la metodología que aplico en todas las clases.
¿Cómo conseguimos trascender? Replanteando el concepto de realidad, de sociedad, de legitimación de nuestros derechos, ofreciendo nuevos puntos de vista. Por ejemplo, hacer una actividad para que diseñen un logo para una empresa, puede ser un ejercicio interesante, pero la repercusión que tiene la renovación de imagen corporativa de una empresa repercute en el ámbito artístico, económico y cultural.
La E y la S son las dos últimas fases del sistema. En estas nos vamos a permitir evaluar y sintetizar el aprendizaje que han obtenido. La idea es que consigan acabar bachillerato sabiendo evaluarse a sí mismos y aprendiendo a sintetizar los contenidos adquiridos, pues el saber sí ocupa lugar. Mejor reducirlo.
Evaluar, en este caso significa valorar varios aspectos del aprendizaje:
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Los conocimientos (memorizar, entender, conocer),
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Las actitudes (creatividad, constancia, compromiso, puntualidad)
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El rendimiento (desarrollo de las capacidades, adecuación al tiempo exigido, superación de los objetivos, índice de mejora).
Sin esa evaluación, nuestros alumnos estarán más perdidos todavía. A partir de esta rúbrica podemos sintetizar los contenidos que hemos visto. Y la síntesis, ya acabo con esto, no es más que el proceso último para aclarar las ideas centrales en las que hemos profundizado previamente.
En esto consiste, grosso modo, el método HARTES. Si eres profesor, siéntete libre de aplicarlo en tus clases. Si eres un alumno y en tu clase no dais las clases así, prueba a ver si te motiva este. No nos olvidemos de que hay mucho que debemos mejorar, y conseguir que mejoren es una cuestión de actitud.
Mucho ánimo.
1.Cicerón, M. T. Obras completas de Cicerón (eBook clásicos, 2021), 645.
2. 1967. The Nature of Human Intelligence.